Me gusta empezar mis reseñas sobre Built to spill diciendo que Doug Martsch es un genio. Afortunadamente, su reciente “There is no enemy” (2009) no me quita la razón: es uno de mis discos favoritos del año pasado. Una vez más, ante el ninguneo generalizado, los de Ohio han vuelto a entregar un excelso tratado de indie pop. Melodías heredadas de los Beatles que emergen de las guitarras imaginativas y llenas de magia de Martsch, capaces de llevar a tu mente a un lugar mejor. Dejo mis dos favoritas: la melodía redonda de Planting seeds frente al viaje sonoro por el maravilloso mundo del pop de Things fall apart. Bienvenidos al pop pluscuamperfecto. La primavera sonora de Barcelona les espera con los brazos abiertos.
Planting seeds
Things fall apart