Dada mi pereza para escribir, dejo aquí algunos de los momentos que han configurado mi banda sonora este verano.
Tamaryn - Love Fade
Dentro del mimetismo shoegazer, de vez en cuando surgen momentos por los que merece la pena seguir esperando. Este dúo de San Francisco ha firmado una bonita revisión del legado de Slowdive sin olvidarse de la voz de Hope Sandoval y Love fade es esa recompensa sonora que todo fan de este estilo busca.
Wolf Parade - Pobody's Nerfect
Las miradas más tendenciosas giraron la vista con su segundo trabajo pero Spencer Krug es un tipo que te entrega buenas canciones todos los años si estás dispuesto a seguirle allí donde vaya; este retorno de Wolf parade no es la excepción. Más himnos épicos que calientan mis venas. Crece mi adicción.
Wild nothing - summer holiday
Proyecto en solitario de Jack Tatum que bucea en los sonidos shoegazer, el pop de la cosecha del C86 o new order. Nada nuevo pero todo muy atinado a nivel melódico. Esta canción hubiese sido un pequeño hito entre el 85 y el 87.
Teenage Fanclub-Baby Lee
No había vuelto a escuchar un disco de los escoceses desde Songs From Northern Britain (97). Nunca he abandonado su cancionero antiguo pero pensaba que no iban a volver a engancharme con el nuevo. Por eso, su retorno Shadows, sencillo y humilde, me ha llegado al corazón. Baby Lee es una pequeña maravilla y, desde ya, una de mis favoritas de Norman Blake. Sé de uno que la tarareara allí donde esté. Va por ti.
The whiskers- Ornithopters
En el año en el que Wolf parade recuperan las mejores sensaciones (aunque Spencer Krug nunca las ha perdido), salen grupos como éstos que nos recuerdan a ellos. Canción larga e intensa, de ritmo volátil que te inunda con su vitalidad.
Zola Jesus-Night
Nika Roza Danilova vuelve a la carga con sus canciones lentas, de densidad oscura y claustrofóbica pero de extraña belleza en su mini álbum Stridulum II. En el año que vuelven The Swans, Zola nos deja momentos brillantes que nos recuerdan a ellos
Lost Saint - The Pains Of Being Pure At Heart
“Los pains” parecen haber aparcado un poco las guitarras ruidosas en sus dos últimos singles. Mientras las melodías sean tan luminosamente inspiradas como ésta, bienvenido sea. Una cara B que merecía ser la A. Pura cosecha C86. Say no to noise