domingo, 1 de abril de 2007

Amores modernos: The national - Fake empire

Descubrí a the national a través de slipping husband (gracias Blanca), un himno de indie pop en potencia, que debería haber sido radiado con fruición y asiduidad en todas las emisoras universitarias americanas. Recuerdo haber leído una entrevista, en la que el cantante decía que había dejado su trabajo para poder girar con la banda y ayudar a la promoción del disco; tenía que jugársela por hacer lo que le gustaba. Un mes después no convocaban ni a un tercio del aforo de una sala pequeña en Madrid o tocaban, ante la indiferencia (casi) general, a primerísima hora en un festival de verano portugués. Eso es ser indie. Seguir fiel a tus convicciones, aún a sabiendas de que no vas a trascender. Las tendencias son crueles.
La citada canción salía en Sad songs for dirty lovers, un disco oscuro lleno de recovecos emocionales que surgen con cada nueva escucha. Su siguiente entrega, Alligator (2005), partiendo de las mismas premisas (ésas que unen a los tindersticks con echo and the bunnymen), mejoraba el catálogo y presentaba canciones tan dispares y sublimes como Abel, Mr November o Babe, we’ll be fine, en las que la elegante voz de Matt Berninger, emerge de las brumas instrumentales, ahora densas ahora intensas, que sus almas gemelas (en sentido figurado y literal) trazan entre nuestro reproductor y nuestro cerebro.
En Mayo de este 2007 aparecerá the boxer, su nueva entrega, ya disponible en la red. En myspace y en su web, se puede escuchar este fake empire, en el que el grupo redunda en sus momentos más introspectivos y calmados, pero llenos de belleza. Los sonidos the nacional no buscan oídos impacientes y ávidos de llevar la última camiseta, sino aquellos que saben encontrar sus tesoros en cada nueva oportunidad. Este nuevo disco, nocturno, sutil y pausado, promete seguir reconfortándonos.

http://www.myspace.com/thenational

1 comentario:

Anónimo dijo...

Por fin han vuelto y no defraudan. No podría expresarlo mejor que tú.

siguen reconfortando y emocionando. Siguen siendo ese tesoro que (¿por suerte?) unos pocos tenemos.

Viva Mr November!

Blanca.