miércoles, 7 de octubre de 2009

The feelies- Latidos pop




Mis escasas aportaciones a este blog derivan de una eterna batalla entre mi afán por recomendar y mi pereza por escribir, en la que la segunda suele ganar con facilidad. Sin embargo, en momentos como éste, en los que reeditan discos descatalogados que creo merecen la pena, el espíritu del comprador compulsivo, que valora más la posesión que el disfrute, sale a relucir.

The feelies fueron una banda americana que publicó 4 discos notables en la década de los 80. Recuerdo haberlos descubierto en una cinta que me pasaron en los 90 (de cuya otra cara no puedo acordarme) en la que figuraba el excelso e infravalorado “Only life”. En la primera escucha pensé que eran el eslabón perdido entre The Velvet underground y Luna. En las posteriores, que era un gran disco de pop oscuro y gran habilidad instrumental. Ahora sus tres primeros trabajos (tanto cronológicamente hablando, como en calidad) pueden encontrase de nuevo en las tiendas. El otro día vi como en Radio City en Madrid, se los llevaban a pares. Creo que regalar música es una costumbre que no debemos perder.

Debutaron con Crazy Rhythms (1980), disco de filosofía punk, ritmos acelerados y guitarras oscuras, que supondría uno de los gérmenes para el indie americano que estaba por venir. Es el favorito de la crítica y, posiblemente, lo más cerca que han estado de hacer una obra maestra.




En su continuación, The Good Earth (1984), trataron de hacer algo totalmente opuesto, mucho menos eléctrico y de mayor inspiración folk, donde la melodía era más importante. La canción que lo abre, on the roof, es mi favorita del grupo y resume perfectamente lo que me emociona de los de New Yersey: una batería rápida, una melodía algo perezosa pero llena de encanto y una guitarra maravillosa, como uno de los riffs más bonitos que he escuchado nunca. Glenn Mercer parece una versión pop de J.Mascis (pero cuando éste no no podía comprar cerveza en una tienda…)




En 1988 llegaría Only life, mi primera vez con ellos y el que me robó el corazón. Continúan la línea del anterior, pero aquí las melodías son aún mejores. La titular, la bonita higher ground (de la que dejo también una versión en directo mucho más acelerada), la exibición instrumental de For awhile o la supersónica versión de la Velvet (What goes on) son tres ejemplos del talento de esta banda de culto que nos dejó grandes momentos de música popular. Esperemos que, entre las reediciones y el empujón de las pertinentes recomendaciones, lleguen a toda la gente que se merecen.






Higher ground (live)

2 comentarios:

Anónimo dijo...

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MrNovember dijo...

I'm glad it was helpful. Music is the battery for our soul; above all in the toughest moments.

Regards