En el episodio anterior ya hablamos de el vendaval interno que una buena melodía nos causa. Aquí la fiesta continúa con los americanos Rosebuds, que dieron en la diana con este boxcar, de su anterior largo, repleto de energía y pasión. En yotube he encontrado este collage de imágenes, que, con la citada canción de fondo, suponen un epítome de su gira europea, piel de toro inluida. Los vídeos están muy caros para un indie de verdad....
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