Llevo un año recuperando muchas canciones que me han gustado en algún momento pretérito, pero que por un motivo u otro, el grupo o álbum no se consolidó del todo (on the pavement under my shoes, que dicen Red house painters en Katty song) y quedaron sepultadas en algún lugar de mi memoria. Estos flechazos sonoros de escasa duración (cual chicas guapa que contemplamos en el metro hasta que se baja del vagón) aparecieron de manera dispar: desde el hueco final de una cinta perdida, en algún vinilo que me dejaron y no sé dónde grabé o incluso en algún cd que compré y apenas escuché. Por no hablar del diluvio de mp3 que pasa por mi ordenador cada año. Los recopilatorios son una manera de mantener la llama viva, pero este continuo susurro recomendatorio que es la red parece el más efectivo para repescar estas canciones de algún lugar de mi subconsciente.
Lo primero que escuché de los líderes de Echo and the bunnymen (el vocalista Ian McCulloch y el guitarrista Will Sergeant) fue Burned, disco de su proyecto Eletrafixion publicado en 1994, durante los años de separación del grupo. Después descubriría el excelso Ocean Rain de su banda madre, donde el after punk oscuro y el pop se fundieron magistralmente logrando que me hiciese incondicional de los de Liverpool.
No puedo asegurar que este trabajo de Electrafixion me gustase ahora, pero su canción Lowdown me parece una maravilla. Es el perfecto ejemplo de las virtudes de este dúo: Sargent dibuja preciosos escenarios con su guitarra y Mculloch derrocha clase melódica para completarlos. Podría ser de Echo and the bunnymen, pero apareció en este trabajo perdido de los 90.
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1 comentario:
El disco era malo pero esta canción era increíble
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