Hace mucho que no escucho la radio musical por lo que internet es la manera más habitual de verte arrollado emocionalmente por una canción que, cual torbellino, se cuela en tu cabeza y barre resto de pensamientos que estaban cociéndose allí. Supongo que si tenemos en consideración los blogs y las webs musicales, el mundo se divide entre los que conoces y los que llegas a ellos de casualidad. Curiosidades de la vida, algunos de estos últimos pueden ser de alguien que conoces, por lo que te fías más de sus recomendaciones o huyes despavorido de ellos como alma que lleva el diablo. Hay muchas razones para no darle a play o dejar de leer el contenido de una entrada internauta, pero también mucha satisfacción potencial esperándote en los segundos siguientes.
De una manera más o menos fortuita llegué al blog http://informacioninutil.blogspot.com , con cuyo responsable compartí muchos momentos en el Primavera 2010 (el fichaje de Mou inclusive) y que sé que es un tipo que, como yo, le cuesta decir no a una buena melodía pop (you can’t say no forever, cantaba Robert Forster en 16 lover lanes de los Go); es una pena que no se actualice con más asiduidad porque sólo con una reseña como la que incluyo aquí, merece la pena “el precio de la entrada” y te quedas con ganas de más. Si ya salen dos de mis canciones favoritas como Love goes on de los go-betweens (cuya letra da nombre a este blog) o I wanna be your boyfriend de los inefables Ramones, encima he descubierto dos desconocidas que no me puedo quitar de mi mente desde el verano. Lo cierto es que poco sé de los dos grupos, pero llevo un mes investigando y no descarto comprar algo, aunque está casi todo descatalogado.
Phil Seymour estuvo en Dwight Twilley Band en los 70, grupo al que sitúan junto a Big star y el embrión del power pop. Esta canción pertenece a su homónimo debut en solitario en 1981 y tiene una melodía dulce (pero tolerada por los diabéticos) que te envuelve y te hace sucumbir.
The nerves son una banda de Los Angeles de frugal duración durante los 70: fueron autores de Hangin on the telephone (que popularizaría Blondie posteriormente ) pero no publicaron ningún álbum durante su existencia (Aunque One Way Ticket recopila parte de sus canciones). Su legado fue continuado por su batería Paul Collins (con The Beat y en solitario). Sonoramente situados entre los Ramones menos ruidosos y el power-pop, en maravillas como When You Find Out, combinan melodías con pegada con instrumentación pop acelerada, como la que adoro en The Feelies.