The rosebuds ya fueron protagonistas hace unos meses con la estupenda Boxcar de su anterior trabajo, un pequeño diamante de pop, soterrado por la cultura de tendencias que vive la música indie actual, en la que la imagen puede más que el sentimiento. A pesar de la sensación de redundancia que desprende esta repetición, el potencial de su último disco, nites of the furies, requería una nueva oportunidad para los despistados.
Los americanos se acercan sin disimulo a los terrenos en los que New order dieron clases magistrales de cómo hacer buen pop, saliendo airosos ante tamaño desafío. Como siempre, no aportan nada al género salvo buenas canciones.
En When the lights went dim, Ivan Howard cede el testigo vocal a Kelly Crisp, que canta con elegancia mientras ritmos y coros programados se abrazan a los surcos que crea una guitarra con ecos shoegazer. Una auténtica delicia para los oídos que debería sonar en todos los clubs indies con un mínimo de sensibilidad.
http://www.myspace.com/therosebuds
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