domingo, 27 de mayo de 2007

Canciones para un sirena: Trembling blue stars - Idyllwild

Mi primera vez con Bobby Wratten fue en el mostrador de Elefant del FIB 98 (gran debut en mis andanzas castellonenses), cuando me encontré ante el primer largo de Trembling blue Stars: Her handwritting (homenaje a Part company de The Go Betweens). Había oído algo por encima en una tienda y me pareció bonito (curiosa manera de decir que no te ha vuelto loco, pero tampoco te ha disgustado) y había leído alguna buena reseña, pero, creo que por una vez en mi vida, me compré el disco por la portada.
No era consciente de que su autor era el lider de unos tales Field Mice , que supieron con humildad y sin grandes titulares, escribir emocionantes momentos dentro del indie de finales de los 80, con New order, Stone Roses o the cure como guías o pequeños coqueteos con el shoegazer, y que serían el embrión de Saint Etienne.
Tampoco conocía la historia de Bobby con Annemarie Davies, compañera artística y personal durante la época de su primer grupo, con la que formaría posteriormente Notherm Picture library y cuya separación derivó en el nacimiento de Trembling blue Stars. Todo ello lo iría descubriendo con sus discos.
Her handwritting supone el primer paso de una terapia para exorcizar un corazón roto a través de la vena artística: el desahogo. Bobby le dedica a su ex un disco semi-acústico, de pulcro sonido y preciosas melodías , con unas letras tan sencillas, como directas y demoledoras. Posiblemente, su mejor disco.
En aquella época acababan de publicar lips that taste of tears, una continuación más variada, con la vuelta de la electrónica o guitarras de su pasado y con la misma temática de fondo: su desamor. Algo menos brillante pero con algunas de sus mejores canciones como Never loved you more o letter never sent: dos hitos en mi biografía y mi rúbrica definitiva para con su club de fans. Como curiosidad morbosa, Over the rainbow la canta su ex, con una letra que habla de ella. Dicen que cuando la grabaron él no podía mirarla. Realidad o leyenda, encaja perfectamente con la idiosincrasia del grupo.
Aunque Aunque Broken by whispers tenía momentos memorables, los discos posteriores fueron cayendo poco a poco en la repetición menos inspirada de la fórmula y parecían abocar al grupo al desinterés. Sin embargo, tras su EP Bathed in blue extended play, Wratten parece haber recuperado la senda del talento a la que nos había acostumbrado. The sea is so quiet o Through the silence and games
(con la colaboración vocal de Beth Arzy de Aberdeen) son dos canciones para situar entre lo mejor de su repertorio.
Ahora llega The Last Holy Writer, la enésima prueba de que Bobby Wratten es un pequeño genio de las canciones menores; quizás no tanto en formato largo, pero sí en pequeñas dosis, donde melancolía y preciosismo forman una alianza difícil de rechazar para cualquier amante del mejor pop, cante él o alguna de sus chicas. Beth Arzy pone voz lánguida y apenada en Idyllwild , con esos coros pregrabados que podrían recordar a Slowdive, pero que ya estaban antes en Field mice. Cuando la tristeza significa belleza.
http://www.myspace.com/tremblingbluestars

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estuvo muy bien el concierto, tocaba con la banda y parecía una orquesta...estuve a punto de gritar pis-tolé! pis-tole! jjj
Es Coto Matamoros pero en simpático...no lo conocerás, busca en el google
Besitos

Anónimo dijo...

tienes a tus fans abandonados...