jueves, 1 de enero de 2009

Canciones para un cowboy espacial III: Unbunny



David S. Mordoh siempre me ha dado buenas vibraciones con sus artículos en Rockdelux: no sólo porque he descubierto a gente como Grandaddy gracias a él, sino porque me deja siempre la impresión de que es más un aficionado pasional que un crítico musical. Con su blog Música en la mochila se le puede seguir de cerca y descubrir a los grupos que pululan por sus reproductores de música.

Toda esta digresión viene a cuento de su artículo sobre los, más o menos, noveles Unbunny. Su último disco, Snow Tires, inicialmente publicado en el 2004, ha sido reeditado ahora para que el mundo sepa de su existencia. El hecho de que se hablase de la influencia de Grandaddy me hizo darles una oportunidad. Sin embargo, lejos de negar las similitudes melódicas entre ambas bandas, Unbunny no buscan hacerte flotar con los teclados y guitarras siderales de los californianos, sino que tratan de escribir canciones con la pulcra caligrafía Beatles, el folk de la costa oeste o al más reciente Elliot Smith. El resultado es un breve pero intenso viaje por los campos de la belleza melódica en estado puro: sencilla y carente de artificios, pero con magia desde la primera escucha, tras la cual, sabes que nunca te abandonará.






Nightwalking - Unbunny


FM - Unbunny

2 comentarios:

Dua dijo...

Yo no descubrí a Grandaddy por Mordoh, pero nunca dejaré de agradecer que siga reivindicando el grupo dos años después de su desaparición. Fueron muy grandes y han sido injustamente olvidados en proporción.

MrNovember dijo...

Nunca tuvieron una acogida muy cálida por la prensa especializada. De hecho, sólo recuerdo las emotivas menciones de Mordoh en Rockdelux entre los pulgares alzados. Eso, en una época en la que Internet era algo embrionario, hizo que en España tampoco tuviesen mucha repercusión.En Caracol, en Madrid, la sala no tenía ni un tercio de entrada para verles durante la gira de The Sophtware Slump. Sus dicos posteriores no creo que les deparasen muchos mas fans, a pesar de seguir manteniendo el listón. Una pena, porque sus canciones son accesibles y emocionantes.

Aunque no descubrí a the national por Mordoh, sino por la inclusión de Slipping husband en un cd que me grabó una amiga (Gracias, Blanca), recuerdo que las buenas críticas de Mordoh me empujaron definitivamente a atacar los discos de los de Ohio.