lunes, 1 de agosto de 2011

Algo más de los Kinks

Recientemente descubrí esta entrada sobre The Kinks en el estupendo blog Pesquisas salvajes, que me llevó a conocer I'm Not Like Everybody Else, acompañante de lujo del excelso single Sunny afternoon (1966). Otra prueba más de que los londinenses tienen una discografía repleta de grandes canciones, ya que, aparte de las que aparecen en sus recopilatorios de la década de los 60 (que deberían ser de obligada escucha en los colegios), en sus trabajos encontramos un gran puñado de temas que pueden mirar a la cara a las seleccionadas por las discográficas. Recientemente homenajeé al grupo de los hermanos Davies, con una reseña que no acaba de publicarse en el blog para amantes del séptimo arte Por un puñado de films (http://porunpuñadodefilms.com/play-it-again/). Esperemos que vea la luz antes que el decepcionante Second coming de los Stone roses o el Smile de Brian Wilson. Si no, he de decir que me habrá servido para revisar y completar mi discografía de los Kinks, lo cual ya es un placer en sí mismo. Ray Davies, inquieto y ecléctico en lo musical, bebía de muchos estilos para acabar desembocando en el mar de las melodías perfectas. No siempre tan inmediatas como las de sus coetáneos The Beatles, pero realmente certeras a la hora de clavarse en el corazón. Que se lo pregunten a Damon Albarn para cuyos Blur han sido una clara fuente de inspiración. Cuando escucho a The Kinks se me plantean varias dudas: ¿Por qué canciones como Days o Waterloo sunset no suenan más en la radio fórmula menos lacerante para los oídos?¿Por qué sus recopilatorios ningunean esa obra maestra llamada The Kinks are the Village Green Preservation Society (1968)? ¿No son You really got me, Victoria y Till the end of the day tres de las mejores canciones de power pop que se pueden escuchar? ¿Por qué uno de sus singles más insulsos como Lola es su canción más popular y canciones como las de abajo han quedado casi en el olvido? ¿Por qué?, Por qué?-que diría Mourinho.
Dejo aquí tres de mis canciones favoritas de un grupo, que aunque no tengan nada que ver, al que considero una suerte de indies en su época: hacían lo que querían y han quedado como un grupo de culto para los amantes del mejor pop. Una verbena de melodías pluscuamperfectas, punteos de guitarra gloriosos y ese piano de querencia clásica barroca que consigue que todo suene sublime.

Village Green



This time tomorrow



Rosie Won't You Please Come Home

2 comentarios:

Azul Sanchez dijo...

Henchido de orgullo me encuentro!!!
Gracias por tan elogiosas palabras....los Kinks siempre tuvieron en su " contra" ser demasiado ingleses para la Conquista del Mundo...jajaa...pero a temazos, uno contra uno, muy pero que muy poquitos grupos les hacen frente...y I´m not like everybody else es un auténtico himno de los primeros grupos garajeros....Abrazos!!!

MrNovember dijo...

Ese blog multisdisciplinar a la par que ecléctico en lo musical merece mis elogios.
He llegado a leer que hasta el sindicato americano de artitas les prohibió tocar allí durante una temporada.
A mí me gustan más sus momentos más pop que los roqueros (de Roquetas de Mar)pero no deja de resultar curioso que gente tan dispar como Yo la tengo, The Fall o The stranglers les haya versionado. God save the Kinks.